Descubre Disneyland

Personalmente no tengo ninguna duda de que Walter Elías Disney (nacido el 5 de diciembre de 1901 y fallecido trágicamente víctima de un cáncer de pulmón el 15 de diciembre de 1966) fue un genio y un visionario.

De hecho, la magia creada por Walt Disney sigue más viva que nunca en los corazones de las millones de personas que visitan sus parques temáticos cada año. Hay muchos parques de Disney en el mundo, pero sólo uno de ellos fue el primero - el parque temático de Disneylandia en Anaheim, California – y sobre ese parque temático de Disney en la costa oeste americana nos centraremos en esta página.

Walt, el creador de Disneylandia, no sólo contaba con una viva imaginación, soñadora y sin barreras, sino que además tenía la capacidad de convertir sus sueños en realidad y llevar a cabo proyectos que parecían absolutamente imposibles y que pocos hubieran podido materializar. Cualquier otro visionario hubiera tenido suficiente con soñar un lugar como el parque de Disneylandia, pero Walt no paró hasta verlo convertido en realidad.

Mítica entrada del complejo Disneyland en Anaheim, California

Cuando pensamos que una gran parte de todo lo que podemos ver, experimentar y sentir hoy en Disneylandia surgió básicamente de la imaginación de una persona - desde esas míticas atracciones de Disneyland como Piratas del Caribe, Haunted Mansion o Jungle Cruise - uno no puede dejar de sorprenderse. ¿Cómo es posible que un lugar así, que tantas décadas después siga fascinando a pequeños y mayores, saliera de la imaginación de una persona?

El 17 de julio de 1955 se inauguró oficialmente Disneylandia, el primer parque temático de Disney en Anaheim, perteneciente al estado de California, y este parque de atracciones serviría como modelo tanto para Disney World en Orlando como para los demás parques que construiría la compañía dentro y fuera de los Estados Unidos de América (Disneyland Paris, Hong Kong Disneyland, Disneyland Tokio, Shangai Disneyland…)

Uno puede encontrar las raíces de Disneylandia en el pasado del propio Walt Disney, quien consideraba que los carnavales y ferias itinerantes de la época no eran lugares adecuados para niños (quizás el sórdido carnaval de Pinocho no era más que un reflejo de la opinión que tenía Walt sobre estos lugares). A estos lugares acudían muchas personas indeseables, eran lugares sucios y poco apropiados para niños. Esto le dio la idea de crear un lugar mágico como Disneylandia donde los niños pudieran divertirse con sus progenitores en un ambiente limpio y seguro. Donde pudieran dejar volar su imaginación. Y eso, amigos, es la esencia de Disneylandia. La imaginación.

Bonito homenaje al creador de Disneylandia

Ante el éxito de sus primeras películas de animación (Blancanieves y Los Siete Enanitos, Pinocho, Fantasía, Bambi…), Walt Disney comentó en alguna ocasión que le gustaría poder construir un lugar donde tanto niños como adultos (jóvenes de espíritu) pudieran compartir aventuras con sus queridos personajes en un entorno limpio y seguro. Ese lugar no sería otro que Disneylandia.

Se especula que dos parques fueron fuente de inspiración para Disneyland; Children’s Fairyland en Oakland, California, construido en 1950, y los Jardines de Tivoli, en la capital de Dinamarca, Copenhague. También se ha afirmado que Walt pudo haberse inspirado para la creación de Disneylandia en el parque República de los Niños, ubicado en Manuel B. Gonnet, La Plata, Argentina.

El plan inicial de Walt Disney pasaba por construir su parque de ocio en unos terrenos cercanos a los estudios de cine de la compañía en la localidad californiana de Burbank, pero la ciudad le denegó los correspondientes permisos de edificación. Finalmente Disney adquirió un terreno de 160 acres (unos 730.000 metros cuadrados), originalmente plantado de naranjos y nogales, en Anaheim, en el condado de Orange, vecino a Los Ángeles. Éste huerto de naranjos sería convertido en Disneyland, el lugar más mágico del mundo.

El famoso castillo de la Bella Durmiente en Disneyland

La construcción de Disneylandia comenzó el 21 de julio de 1954 y a pesar de las dificultades de llevar a cabo un proyecto tan ambicioso, finalmente en julio de 1955 Walt y su hermano Roy O. Disney consiguieron inaugurar Disneylandia, el lugar más feliz del mundo.

Walt se empeñó en crear en Disneylandia la mejor experiencia posible para sus huéspedes, esmerándose en cuidar hasta el más mínimo detalle independientemente del costo. En este sentido, Walt afirmó que Disneylandia nunca estaría finalizada mientras existiera imaginación en el mundo ya que continuamente se iría renovando.

La segunda premisa fundamental sobre la que se basa Disneyland – y que sigue muy vigente en California a día de hoy – es el trato al cliente. Walt Disney instauró la noción de que el visitante a Disneylandia no es simplemente un cliente, sino un invitado o un huésped y debe ser tratado con cortesía y deferencia. Los trabajadores de Disneylandia no son meros empleados sino Cast Members; actores y actrices con la misión de crear experiencias inolvidables para el visitante. Cada visitante de Disneyland recibe un trato VIP, y los empleados de Disneylandia van siempre más allá de lo que se espera de ellos para garantizar que cada visitante se sienta especial.

Walt junto a Mickey Mouse en Disneyland

Por último, lo más importante en Disneyland es siempre la historia. Las luces, los efectos especiales, los decorados… Todo eso es secundario en Disneylandia. Cada atracción, cada tienda, cada restaurante y cada detalle que encontrarás en Disneyland cuentan una historia; todo cumple un propósito y nada – absolutamente nada - es accidental. 

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